Sin lugar a dudas en la vida se tienen que tomar decisiones
importantes que marcarán tu porvenir. Cuando tenía 18 años cursaba el cuarto
semestre de preparatoria ya hace varios años. Recuerdo que todo estaba bien, hasta
que un día me entero que en mi vientre se empezaba a formar un pequeño hombrecito. Fue muy difícil para mí, al principio no consideraba las consecuencias, pero después
entendí que esto obstaculizaba mis sueños de un día ser una profesionista. Recibí
innumerables opiniones acerca de la posibilidad de interrumpir el embarazo; sin
embargo acepte las consecuencias.
Terminé el semestre en curso y deje que el
tiempo transcurriera en mi vientre y mis pensamientos. Los meses pasaron y poco
a poco sentía que había tomado la mejor decisión de mi vida. Tuve a mi cachorro
y no deje que los malos pensamientos inundaran mis sueños de seguir
adelante; al fin de cuentas ya tenía la mejor razón para vivir.
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